sábado, 2 de mayo de 2009

* Coletazos de la suspensión - Turandot - La Voz



Escribe Rosa Bertino, en La Voz del Interior del sábado:

"Óbitos. Entra un correo que parece un obituario, y lo es. Con infinita tristeza, Sergio Chalub y María Celeste informan que la última puesta de Turandot también se suspendió. La vez que teníamos plata, pilcha y ganas de ir al teatro (en este caso) los músicos hacen paro. Con lo excepcionales que son las óperas en Córdoba.

Para el Estado, para el Libertador y la cultura local, la pérdida es enorme. Entre otras erogaciones, el viaje y el caché de las figuras invitadas se fueron al tacho. Hay como una aceptación de que gran parte del empleo público se convertirá en un subsidio encubierto de desempleo, ya que nadie les demandará que trabajen por ese sueldo. Como están las cosas, cualquier aumento suena hipotético. ¿O no saben que hasta al albañil anda corto de changas?"

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Así es, muchacho, si usted trabaja como empleado del Estado, no se queje: agradezca que tiene trabajo; si no puede vivir con lo que cobra, piense que siempre hay alguien en una posición peor que la suya y alégrese (o confórmese, al menos); y piense en el dinero que le hace perder al Estado que se digna en mantenerlo...

Parece que hay que echarle la culpa al trabajador público de cobrar poco y de quejarse por querer cobrar más, de que el Estado programe poco y mal, de tirar "al tacho" el viaje y el caché de las figuras contratadas (no invitadas) para obras faraónicas llevadas adelante no por el esfuerzo de quienes las programan, si no de los músicos que hacen lo que no pueden o no deberían para llevarla adelante.

A mi no me llegó mail alguno con infinita tristeza por parte de Prensa anunciando la suspensión. De haberme llegado, no creo que fuera ni cercana a la tristeza que nos expone Andrés Perotti en su mensaje de hace unos días. Igualmente, esto no se trata de una lucha de tristezas:

Acá se trata de entender de que hay un reclamo justo, y que al no ser escuchado (el Estado no escucha a sus músicos, qué ironía), no deja otra vía de protesta.

En vez de escribir de esta forma, tratando a los músicos del Estado como si fueran "empleados públicos" (en la concepción de "los empleados públicos viven de la teta del Estado y no trabajan"), hubiera sido mejor que reflexionara porqué iba a ir al Teatro la vez que tenía "plata", porqué "son excepcionales las óperas en Córdoba", y porqué se gasta en "viajes y caché de figuras" traídas de afuera.

Le tiro unas ideas: las entradas son caras y no hay promociones ni precios diferenciados para estudiantes, jubilados, etc; son excepcionales las óperas en Córdoba porque el Estado no invierte lo que debería invertir, gastándose también en figuras de afuera, porque se piensa primero en el título de la obra, un título bien brillante, de gran cartel, sin tener en cuenta a los artistas locales: primero se programa el título por el título mismo, y después se corre detrás de los cantantes.

En fin, invito a los músicos de la Provincia a expresar detalladamente en este blog su reclamo, ya que al parecer no es conocido por el público en general, lo cual juega en contra de sus intereses.

Para terminar: la pérdida que significan estas dos funciones suspendidas no debe medirse en "erogaciones", porque terminaríamos pensando la cultura y al arte en general en términos monetarios.




X- ¿Qué te pareció la última ópera?



Y-Estuvo algo así como U$S - $ + €...





Saludos.